Con casco y a lo loco...

Hace no mucho tiempo, apenas unos meses un conocido me decía lo que era ser joven. Se refería a lo imprudente que puede llegar a ser uno, lo temerarios que somos cuando nos falta experiencia ante la vida y pensamos que nada malo nos puede suceder. Y no lo decía precisamente por ponerse al volante de un coche o una moto, sino al enfrentarse a situaciones cotidianas, esas sí que son de alto riesgo. Por suerte, los hay que aprendemos con el tiempo a curarnos en salud, a saber disfrutar de la vida sin arriegar demasiado, eso sí es sabiduría. Y como buena sabía que soy he aprendido a retirarme a tiempo antes de que la noche me confunda. A veces aún siento que me pierdo algo si no exprimo la noche, pero al día siguiente mi cuerpo agradece el sentido común y una retirada a tiempo. Evitando así el "spleen" que deja la resaca.

SPLEEN

Nada existe más largo que esas malas jornadas

en que, bajo los copos de nevadas añosas

el tedio, que se sigue de la triste desgana,

toma las proporciones de la inmortalidad.

(...)

Granito rodeado por un espanto inmenso,

dormitando en el fondo de un Sahara brumoso;

una esfinge ignorada por el mundo insensible,

olvidada en el mapa, y cuyo humor airado

sólo canta a la luz de soles que declinan.

(Las Flores del mal, Baudelaire)

Especialmente para Álvaro que tiene spleen post-vacacional!!