martes, 27 de septiembre de 2011

Siempre nos quedará París...

Para conocer París nada mejor que los irónicos y embriagodores relatos de Eugenio D'Ors. Os dejo una pequeña muestra:

Comer en el bosque es merecida recompensa a una fatigosa jornada en el cruel París estival. Ir hasta allí en automóvil, una exquisita preparación para el ágape.(...) Ya estamos en la morada de los dioses, el Bosque. Ocurre sin embargo que los dioses se han ausentado. Están tomando las aguas en e viejo Vichy, o bien bañándose en Ostende, o jugando y apostando en Trouville-Deauville, Baden-Baden, o escuchando música en Munich, o mandando tarjetas postales desde Noruega o Escocia...No importa, todavía quedan en París algunos semidioses. Comen aquí, en el Pré Catalan, contemplando la curiosa decoración de Caran d'Arche, dejándose mecer en la añoranza por el vals de los zíngaros o divirtiéndose en analizar los reflejos de la luz sobre la cristalería y sobre la pedrería dudosa de las dudosas parroquianas...que, ellas sí, pobrecillas, no son ni tan siquiera semidiosas, porque de éstas nuestra mitología anda escasa..
(París, Eugenio D'Ors)

domingo, 25 de septiembre de 2011

Pequeñas historias de amor..

Observó sobre su hombro un cabello de mujer. Era largo y de color castaño y ondeaba sobre su cazadora vaquera.  Con los dos dedos lo cogió, y mientras lo miraba con atención le dijó:
-¿Deseas guardarlo?
- El respondío con aire perdido: ¿qué?... ¿qué dices?...
- Y ella, esbozando media sonrisa le volvió a decir:
- El cabello, es de una mujer, me preguntaba si querías seguir llevándolo sobre el hombro- Sin tiempo a responder- Ella seguió hablando.
- Yo una vez lo hice a propósito. Dejé un cabello mío. Deposité un pelito sobre la hombrera de su americana perfecta. Era un hombre guapísimo. Se quedó allí flotando largo rato, sabía que sería lo más cerca que iba a estar de su corazón.

jueves, 22 de septiembre de 2011

Otoño..

Aunque todavía no ha entrado oficialmente..ni tampoco de forma extraoficial..(porque hay qúe ver qué calor tenemos), os dejo unos versos deliciosos y delicados, casi como un haiku, de una autora que me encanta. Todo ello para celebrar el otoño, que aunque venga en bañador, habrá llegado para algo. Digo yo?, vamos..

El ayer repudió las hojas de las palabras, los reflejos han engañado al sol perdido. Sus deseos petificados.... sus mejillas suspendidas. El pájaro, garganta cerrada renuncia al último vuelo...
(Automne, de La vie, la voix...Gisèle Prassinos)

martes, 20 de septiembre de 2011

De l'amour fou...

-Qui êtes vous? Et elle sans hésiter : Je suis l'âme errante.

No podía ni siquiera ser de otra manera, considerar el mundo que era el de Nadja, y donde todo tomaba tan rápido la apariencia de la subida y de la caída. Pero juzgo esto a posteriori y me aventuro diciendo que no podía ser de otra manera...
(Nadja, André Breton)

domingo, 18 de septiembre de 2011

Perteneció a un momento..

Ojalà este silencio no fuera una negativa, sólo el vértigo que puede dar un beso. Te tendré que olvidar o volver a besar. Pero te has ido, ha pasado el agua bajo los puentes y los jardines ya no viven de sonrisas. No te preocupes, lo entiendo. Te libero. Libero mis gestos y mis palabras, sólo soplaré sobre las cenizas para dejar de ser prisionera de un momento.

viernes, 16 de septiembre de 2011

Viernes de romanticismo..

Leyendo el blog de la Medusa, me ha traído al pensamiento los autores rusos, y como no, en una de las historias de amor más intensas y trágicas de todos los tiempos: Anna Karenina. Acompañaré la foto, no de un texto del libro, sino de un poeta ruso imprescindible, el gran Alexandr Pushkin. Bellos versos para disfrutar de un viernes. Que no nos falte el romanticismo, que no nos falte el amor...

Yo la amé...
Yo la amé, y ese amor tal vez, está en mi alma todavía, quema mi pecho. Pero confundirla más, no quiero.
Que no le traiga pena este amor mío. Yo la amé. Sin esperanza, con locura. Sin voz, por los celos consumido; la amé, sin engaño, con ternura, tanto, que ojalá lo quiera Dios, y que otro, amor le tenga como el mío.

jueves, 15 de septiembre de 2011

Debilidades..

Tengo debilidad por Óscar Wilde. He cambiado la frase inicial por una fragmento de El príncipe feliz. Simplemente delicioso:
Estaba enamorada del más hermoso de los juncos. Lo encontró al comienzo de la primavera, cuando volaba sobre el río persiguiendo a una gran mariposa amarilla, y su talle esbelto la atrajo de tal modo, que se detuvo para hablarle.
-¿Quieres que te ame? -dijo la Golondrina, que no se andaba nunca con rodeos.
Y el Junco le hizo un profundo saludo.
Entonces la Golondrina revoloteó a su alrededor rozando el agua con sus alas y trazando estelas de plata.
Era su manera de hacer la corte. Y así transcurrió todo el verano.
-Es un enamoramiento ridículo -gorjeaban las otras golondrinas-. Ese Junco es un pobretón y tiene realmente demasiada familia.
Y en efecto, el río estaba todo cubierto de juncos. Cuando llegó el otoño, todas las golondrinas emprendieron el vuelo.
Una vez que se fueron sus amigas, sintióse muy sola y empezó a cansarse de su amante.
-No sabe hablar -decía ella-. Y además temo que sea inconstante porque coquetea sin cesar con la brisa.
Y realmente, cuantas veces soplaba la brisa, el Junco multiplicaba sus más graciosas reverencias.

martes, 13 de septiembre de 2011

Bajo un tono suave..

Nocturna, avanzando entre incendios, donde no pasa el tiempo. Detenido y pesado, torpe como versos altivos.  La espera se ruboriza, se desnuda en los gestos. Serena con su cuerpo recostado, llena de ruidos nos invadirá como una fiebre lenta. Y como una Venus antigua, que pone al desnudo sus deudas, no evitaré la verdad. Sólo escucharé el tono suave bajo una tierra humilde de la conciencia dormida. Adoro tu  belleza.

sábado, 10 de septiembre de 2011

Reflexiones ante el espejo..

De los versos de Cavafis a los de Paul Éluard. Aquellos versos de Los dioses abandonan a Antonio, en los que el viejo poeta de la ciudad decía: "No digas que eras un sueño, que tus oídos te confunden, quedan las suplicas y las lamentaciones para los cobardes, deja volar las vanas esperanzas.."

Éluard abruma por su intensidad, qué belleza!
Creí que me rompería lo inmenso lo profundo. Con mi pena desnuda, sin contacto, sin eco, me tendí en mi prisión de puertas vírgenes como un muerto sensato que había sabido morir. Un muerto coronado sólo de su nada ...Me tendí sobre las olas absurdas del verano absorbido por amor a la ceniza. La soledad me pareció más viva que la sangre.
(La muerte, el amor, la vida, Paul Eluard)

jueves, 8 de septiembre de 2011

Una íntima ausencia...

Te has vuelto a convertir en una niña. Como Marilyn, tonta y obtusa como la Antigüedad, cruel como el futuro, que llevaba su belleza humildemente, y su alma de hija de pobres gentes, nunca supo que la tenía. Y tú también, mi pobre pequeña, después de haber cantado tanto, desesperadamente, poniendo toda tu alma en ello, y después de haberte convertido en un mito, ahora, silenciosa, esperas que aparezcan nuevos tiempos en el cielo al que ascenderán tus notas y tu voz inmaterial. Esperas como una niña ávida. Y si quieres, finges ser indiferente, muerta e inmóvil como una cochinilla apenas visible sobre la corteza de un árbol. Dios te ha liberado de tus promesas. Los recuerdos no pesan. El deber se ha cumplido. Te esperan grandes cosas en breve. ¿De qué se trata? Un alegría sencilla flota sobre la desesperación. Las palabras se agolpan en tu boca, aunque temas equivocarte. De toda tu fuerza de virgen demasiado mimada, no quedan más que mecanismos que no tienen nada de misterioso, terraplenes que se levantan para contener un río desaparecido. Se me reprocha que te frecuente, como se me reprocha que que frecuente a los golfos. Es curioso, ¿no? El reproche es el mismo, tiene el mismo origen. Se me reprocha mi afición por los extremos, tanto subir muy alto como descender muy bajo. No saben que tú eres una niña como Marilyn. No saben las cosas que yo sé, que tú misma, quizá, ignoras que sabes.
(La palabra amor, Diálogo entre María Callas y Pier Paolo Pasolini, René de Ceccatty)

martes, 6 de septiembre de 2011

Con o sin magdalena..

El amor descrito por Proust resulta siempre tan dulce y delicado como una de las pequeñas madeleines de Commercy:

"Es ella", como si, de repente, alguien nos mostrara exteriorizada ante nosotros una de nuestras enfermedades  y viéramos que no tiene ningún parecido con nuestro sufrimiento. "Ella" e intentaba preguntarse qué era eso de ella, pues el amor y la muerte tienen como punto común, más que esos puntos tan vagos de los que se suele hablar siempre, el de inducirnos a indagar más profundamente en el misterio de la personalidad, ante el temor de que su realidad se nos escape. Y aquella enfermedad que era el amor de Swann se había multiplicado tanto, estaba tan íntimamente enlazada a todas las costumbres de Swann, a todos sus actos, a su salud, a su sueño, a su vida, incluso a lo que deseaba para después de su muerte, que había acabado por formar un todo con él, hasta el punto que no era posible arrancársela sin destruirlo casi por completo: como se dice en cirugía, su amor ya no era operable.
(Un amor de Swann, Proust)

sábado, 3 de septiembre de 2011

El París triste del verano..

Las tardes calurosas y secas, andaba sin descanso, buscando, husmeando. El París triste del verano se convertía para Pepe en un infierno voluptuoso, casi tropical. Me describía calles pobres que yo no conocía, pues bajo la bóveda del crepúsculo plantaba en ellas, pilar de plata y oro, azul generador de luz, algún aprendiz de fontanero de cabello veneciano, algún tornero metalúrgico espolvoreado con lentejuelas de cobre. Durante mucho tiempo, amó a los muchachos rubios y cerúleos como se ama el mar innombrable y cada ola de la marejada. Pero un día, la marea de las seis, que vaciando los talleres de metalurgia y de electricidad, desparrama sobre París el miosotis con el azulejo, el acónito, la genciana y la escila, puso a Pepe frente a un mono de un azul que no tenía nombre y a un bigote de oro cegador que cual gallardete atravesaba un rostro.
(Lo puro y lo impuro, Colette)

La Fée aux Miettes

Mi foto
Zaragoza, España
Adoro a Colette, L.Durrell, Baudelaire, R.Queneau, Boris Vian, Joyce Mansour. Los escritores y diseñadores japoneses. El cine de J.L.Godard y de Wong Kar Wai. Le Quartier Le Marais à Paris. Anna Karina. Las fotos de Mª Angeles Cuartero. Angel Schelesser y más...