miércoles, 31 de agosto de 2011

El vagabundo de Valparíso

Valparaíso a veces se sacude como una ballena herida. Tambalea en el aire, agoniza, muere y resucita. Aquí cada ciudadano lleva en sí un recuerdo de terremoto. Es un pétalo de espanto que vive adherido al corazón de la ciudad. Cada ciudadano es un héroe antes de nacer. Porque en la memoria del puerto hay ese descalabro, ese estremecerse de la tierra que tiembla y el ruido ronco que llega de la profundidad, como si una ciudad submarina y subterránea echara a redoblar sus campanarios enterrados  para decir al hombre que todo terminó.
A veces, cuando ya rodaron los muros y los techos entre el polvo y las llamas, entre los gritos y el silencio, cuando ya todo parecía definitivamente quieto en la muerte, salió del mar, como el último espanto, la gran ola, la inmensa mano verde que, alta y amenazante, sube como una torre de venganza barriendo la vida que quedaba a su alcance.
(Confieso que he vivido, Pablo Neruda)

martes, 30 de agosto de 2011

Enfaticalistas...

Un París, bohemio, noctámbulo y enfaticalista nos enseña la peli Funny Face. París es mucho París, y Eluard es mucho Eluard. Dejaré algo de él, y como siempre breve pero eficaz. Bello muy bello. Me encanta.

En el corazón de mi amor
Un hermoso pájaro me muestra la luz que aparece claramente en sus ojos. Un pájaro que canta sobre una bola de muérdago. En medio del sol.
.............
Constelaciones. Conocéis la forma de su cabeza. Aquí todo se oscurece: El paisaje se completa, las mejillas se encienden. Las masas disminuyen y circulan por mi corazón unidas al sueño. ¿Y hay alguien quién quiera tomar mi corazón?

domingo, 28 de agosto de 2011

Las cartas dijeron..

Ya he vuelto de mis últimas vacaciones. Ahora me tengo que poner al día con vosotros...

Si acudo tanto más rápido a sus citas es porque temo no tener tiempo de llegar antes de que otros pensamientos me arrebaten a mí mismo.
Cierta vez que el mundo estaba por acabar, lo ignorábamos todo de nuestro amor. Ella buscó mis labios con movimientos lentos y acariciadores de la cabeza. Esa noche llegué a creer que la haría retornar al día.
Y siempre es la misma confesión, la misma juventud, los mismos ojos puros, el mismo ademán ingenuo de sus brazos alerdedor de mi cuello, la misma caricia, la misma revelación.
Pero nunca es la misma mujer.
Las cartas dijeron que la encontraría en la vida aunque sin reconocerla.
Amante del amor.
(Fragmento de La Dama de Rombos, Paul Eluard)


sábado, 20 de agosto de 2011

Yo..

En cualquier caso, era imposible abandonar aquel café sin antes haberla marcado como es debido. Era tranquilizador saber que ahí fuera, en un cartel, estaba escrita la palabra "parque". Toda la comarca, por la que había paseado hoy, desaparecía como tras un telón. Yo no existía. Y él volvía a respirar cada vez que pensaba en el tablón de madera: Parque.
A la mañana siguiente, antes de que sus hijos se vayan a la escuela, etiqueta sus prendas con los correspondientes letreros.
En la tienda solicita ver al jefe, le da consejos: por todas partes hay que colocar rótulos, también por ejemplo en las corbatas incluso especificar los colores. Corbata gris, corbata roja. Los hay daltónicos. Insiste también en poner a cada una de las dependientas un cartel con sus nombre correspondiente.
Vuelve a casa. Se indigna, porque una vez más han retirado todos los letreros. Los niños regresan de la escuela. Y él se tranquiliza al encontrar los rótulos, que por alguna razón no han sido retirados de sus ropas.
Entretanto, la mujer ha informado al médico. En cuanto entra, el enfermo sale al encuentro con un cartel en el pecho, en el que con grandes letras pone: YO.
(El destino del barón Von Leisenbohg, Arthur Schnitzler)

miércoles, 17 de agosto de 2011

Cartes Postales..

Disonancias del arco iris en la telegrafía inalámbrica de la Torre. Mediodía. Medianoche. En Todos los rincones del universo se murmura: "Merde". Rayos. Cromo amarillo. Nos hemos contactado. Los transatlánticos se acercan desde todas las direcciones. Desaparecen.Todos están en movimiento. Y los relojes marchan

L´Intransigeant publicó esta noche poemas para tarjetas postales
Es idiota que los astrólogos roben las estrellas
Cuando ya no se pueden ver
Le pregunto al cielo
El servicio meteorológico indica que el tiempo empeorará.

(Disonancias del arcoiris, de Poemas Elásticos, Paul Cendrars)

domingo, 14 de agosto de 2011

La tranquilidad del verano..

Lo bueno del surrealismo es que siempre sorprende. La portada del libro de Lise Deharme, Le Coeur Pic, es una maravilla ilustrado por Claude Cahun. Doble maravilla.

París grita a la luna
La ciudad brilla encima del pararrayos. Paseo de madrugada por aceras oxidadas de pensamientos. La mañana llamó fulana a la indiferencia. No me gustan las peleas a media tarde, me hacen querer inventar himnos. En verano sólo hay turísticos  alaridos, castigo en forma de mantra,  prefiero el silencio de las estatuas.

jueves, 11 de agosto de 2011

Nostalgia y glamour..

Además, tenía un gato y tocaba la guitarra. Los días de mucho sol se lavaba el pelo y, junto con el gato, un rojizo macho atigrado, se sentaba en la escalera de incendios y rasgaba la guitarra mientras se le secaba el pelo. Cada vez que oía la música, yo me acercaba silenciosamente a la ventana. Tocaba muy bien, y a veces también cantaba. Cantaba con el acento afónico y quebrado de un muchacho. Se sabía todas las canciones de los musicales de éxito, de Cole Porter y Kurt Weill; le gustaban sobre todo las canciones de Oklahoma, recién estrenadas aquel verano. Pero en algunos momentos tocaba melodías que hacían que me preguntase de dónde podía haberlas sacado, de dónde podía haber salido aquella chica. Canciones nómadas, agridulces, con letras que sabían a pinar o pradera. Una de ellas decía: No quiero dormir, no quiero morir, sólo quiero seguir viajando por los padros del cielo; y parecía que ésta fuese la que más le complacía, pues a menudo seguía cantándola mucho después de que se le hubiera secado el pelo, cuando el sol ya se había puesto y se veían ventanas iluminadas en el anochecer.
(Desayuno en Tiffany's, Truman Capote)

miércoles, 10 de agosto de 2011

Historia de una sinfonía..

Anoche un amigo me daba una gran idea para el post de hoy. Recordó a Shostakovich y sus vivencias durante el sitio de Leningrado, y yo, a su vez, recordé un libro que adoro doblemente. Por un lado por todo lo que cuenta, y por otra lado, porque me lo regalo el compositor madrileño Jesús Rueda: La aguja dorada, donde precisamente se narra un momento incréible de este gran compositor.

Shostakovich empezó a componer la Séptima Sinfonía los primeros días del bloqueo. De vez en cuando escribía encima de la partitura dos iniciales e mayúsculas: VT, que en ruso significa "alarma aérea". (...) Shostakovich no quería irse. No lo hizo hasta que no se lo ordenaron perentoriamente. El 5 de marzo de 1942 estrenó la sinfonía en Kivichev. Los habitantes de Leningrado escucharon los primeros acordes. (...) El 29 de marzo fue interpretada en Moscú. Posteriormente la sinfonía se estrenó en Londres y en Nueva York. Pero Shostakovich sólo vivía para que fuese interpretada en la Filarmónica, en el corazón de la ciudad bloqueda. Y así fue como la partitura conseguiría llegar a Leningrado el 2 de julio de 1942. Inmediatamente después, el director de la orquesta, Karl Eliasberg desnutrido y agotado, empezó los ensayos. Les costó trabajo encontar a los músicos. La mayoría o se había dispersado o había muerto de hambre. El comité de defensa de Leningrado mandó que los buscasen donde fuese, en sus casas o en el frente. Solo consiguieron localizar a 69. Más de treinta ya estaban en el cementerio.
Lo músicos llegaban vestidos con el viejo frac, que les bailaba, y con un fajo de papel de periódico bajo la pechera. En la cara las huellas de la distrofia. Pero aquel domingo tocaron la sinfonía de Shostakovich como nunca. El día del estreno las mujeres sacaron de los armarios los antiguos vestidos de seda, arrugados y olvidados, y se pusieron las joyas de la familia que todavía no se habían cambiado por pan. Se maquillaron en señal de fiesta. Los homnbres también llevaban frac, gastados y enormes. Los que no pudieron entrar también iban de gala. Ante la Filarmónica se fue congregando una multitud para oír la sinfonía a través de los altavoces de la radio. Todas las emisoras de la Unión Soviética transmitieron la sinfonía que, como escribiría después Alexis  Tolstoi, "había surgido de la conciencia del pueblo ruso"
(La Aguja Dorada, Monserrat Roig)

martes, 9 de agosto de 2011

Mentira de una noche....

No puedo resistirme al título de este poema:

Mentira de una noche bella como una mujer.
Todos hemos envejecido junto a su lecho de sangre. Bella y aún más bella a la par de la llama, no sabría engalanar más rústicas veladas.
En el fruto que madura te he encerrado entera, es mi vida con las bestias voraces de la risa y la muerta se hizo voz en el eco del espejo, donde se graba el alfabeto de vuestros ojos...
Nueva y aún más bella la hierba dulce de la sonrisa, en la elevada frente de brazos tendidos hacia tu cenit. No fue más que un grito límite de aire y la onda deshecha en alegría.
Cuánto demora un tiempo cargado de perdones, se ha hundido en el puerto que ya no abordaremos. El sol me ha olvidado afuera
 de vino claro.
(Mentira de una noche bella como una mujer, Tristan Tzara)

domingo, 7 de agosto de 2011

Algo refrescante...

Para paliar este calor de agosto he pensado en poner unas líneas de un libro que me encanta. En su momento, cuando salió a la venta y me hablaron de él ni por un momento me imaginé que me iba a gustar tanto. Ambientada en Copenhague y Groenlandia lo de menos es la intriga que propone al autor, sino la belleza con la que describe cada pensamiento de la protagonista y sobre todo de la percepción de la nieve y el hielo. Desde que leí a Smila quiero ser inuit.

Un calor húmedo y tan pesado como el plomo había transformado Copenhague en un centro de incubación de locura instantánea. Vuelvo a casa en autobús, con su ambiente especial de olla a presión, enfundada en un nuevo vestido de lino blanco con un profundo escote en la espalda y una orla de volantes valencianos que me ha llevado mucho tiempo planchar al vapor y darle un porte digno, pero que ahora se ha chafado bajo la depresión generalizada.
Hay gente que, en esta estación del año, se va al sur en busca del calor. Yo nunca he estado más abajo de Koege. Y no pienso ir más al sur hasta que el invierno nuclear haya enfriado toda Europa. Es uno de esos días en los que una podría preguntar por el sentido de la vida y recibir como contestación que no existe tal sentido. (...)
En un momento preciso, dejo de ver lo que leo. Sólo existe mi propia voz en el salón y la luz de la puesta de sol, que nos llega desde el puerto Sur. Y luego, ni tan siquiera está la voz, luego sólo existimos yo y el niño. En un momento preciso, me detengo. Y simplemente estamos allí, sentados, mirando al infinito, como si yo tuviera quince años y él dieciséis y hubiéramos llegado a un punto sin retorno. En un momento dado, se levanta silenciosamente y desaparece. Contemplo la puesta de sol que en esta estación dure tres horas. Como si, a pesar de todo, en el último momento, hubiera encontrado cualidades en el mundo de las que ahora no puede deshacerse sino a regañadientes.
(La señorita Smila y su especial percepción de la nieve, Peter Hoeg)

jueves, 4 de agosto de 2011

A cada paso...

En una cajita guardo tu esencia de mármol escarpado y arabescos. Mientras bostezo deshilacho un pensamiento que no me deja leer. Esta vez no me perderé, dejaré trocitos de alma para no perder el camino. Hace tan buen tiempo, escucho las puertas del café. Una moneda en tu corazón y suena la música. En el parque ya no hay árboles huérfanos, las hojas son sonrisas que el viento recorre. Hechizada por la vida, pido asilo a los atardeceres escarlata, al vaho de los espejos.....a tu mirada presencia de océanos infinitos.


martes, 2 de agosto de 2011

Susurros..

Me siento en las cimas del sueño, respiro profundo el aroma del café, allí donde se esboza tu recuerdo. Posito a posito escondo mi cara entre ladrillos con ojales, sonrío y dibujo el rostro de la felicidad de aquel que no sabe nada. Soñar en ninguna parte y en todas. Hoy me doy cuenta que la experiencia me la da la palabra y una voz encontrada, tu voz..la eternidad en un susurro...

La Fée aux Miettes

Mi foto
Zaragoza, España
Adoro a Colette, L.Durrell, Baudelaire, R.Queneau, Boris Vian, Joyce Mansour. Los escritores y diseñadores japoneses. El cine de J.L.Godard y de Wong Kar Wai. Le Quartier Le Marais à Paris. Anna Karina. Las fotos de Mª Angeles Cuartero. Angel Schelesser y más...