lunes, 9 de noviembre de 2009

Revolución!

En mi habitación la cama estaba aquí, el armario allá y en medio de la mesa. Hasta que esto me aburrió. Puse entonces la cama allá y el armario aquí. Durante un tiempo me sentí animado por la novedad. Pero el aburrimiento acabó por volver. Llegué a la conclusión de que el aburrimiento era la mesa, o mejor dicho, su situación central e inmutable.Trasladé la mesa allá y la cama en medio. El resultado fue inconformista. La novedad volvió a animarme, y mientras duró me conformé con la incomodidad inconformista que había causado. Pues sucedió que no podía dormir con la cara vuelta a la pared, lo que siempre había sido mi posición preferida.
Pero al cabo de cierto tiempo la novedad dejó de ser tal y no quedó más que la incomodidad. Así que puse la cama aquí y el armario en medio. Esta vez el cambio fue radical. Ya que un armario en medio de una habitación es más que inconformista. Es vanguardista. Pero al cabo de cierto tiempo.....Ah, si no fuera por ese cierto tiempo. Para ser breve, el armario en medio también dejó de parecerme algo nuevo y extraordinario.
Es necesario llevar a cabo un ruptura, tomar una decisión terminante. Si dentro de unos límites determinados no es posible ningún cambio verdadero, entonces hay que traspasar dichos límites. Cuando el inconformismo no es suficiente, cuando la vanguardia es ineficaz, hay que hacer una revolución.
Decidí dormir en el armario. Cualquiera que haya intentado dormir en un armario, de pie, sabrá que semejante incomodidad no permite dormir en absoluto, por no hablar de la hinchazón de pies y de los dolores de columna.
Sí, esa era la decisión correcta. Un éxito, una victoria total. Ya que esta vez "cierto tiempo" también se mostró impotente. Al cabo de cierto tiempo, pues, no sólo no llegué a acostumbrarme al cambio, sino que, al contrario, cada vez era más consciente de eses cambio, pues el dolor aumentaba a medida que pasaba el tiempo.
De modo que todo habría ido perfectamente a no ser por mi capacidad de resistencia física, que resultó tener sus límites. Una noche no aguante más. Salí del armario y me metí en la cama. Dormí tres días y tres noches de un tirón. Después puse el armario junto a la pared y la mesa en medio, porque el armario en medio me molestaba. Ahora la cama está de nuevo aquí, el armario allá y la mesa en medio. Y cuando me consume el aburrimiento, recuerdo los tiempos en que fui revolucionario.
(La vida difícil, Slawomir Mrozek)

4 comentarios:

  1. Qué bueno. No conocía a este hombre. Me gusta mucho.

    ResponderEliminar
  2. Otro Polaco con mucho humor como Grombowicz. Los de Ikea seguro que no lo conocen sino podrían emplearlo e su publicidad.
    La foto preciosa, aunque sea de exterior...

    ResponderEliminar
  3. Ostras, Ernest, estás en todo, eh?
    O.

    ResponderEliminar
  4. Pero teneis que volver a leerlo porque lo voy a terminar...ayer no me dio tiempo, uuufff qué estrés chicos!!

    ResponderEliminar

La Fée aux Miettes

Mi foto
Zaragoza, España
Adoro a Colette, L.Durrell, Baudelaire, R.Queneau, Boris Vian, Joyce Mansour. Los escritores y diseñadores japoneses. El cine de J.L.Godard y de Wong Kar Wai. Le Quartier Le Marais à Paris. Anna Karina. Las fotos de Mª Angeles Cuartero. Angel Schelesser y más...