viernes, 27 de noviembre de 2009

Mi París privado...


Hay ciudades que aunque estén bien en la realidad también merecen la pena imaginarlas.

Es como algunos romances, merecen más la pena soñarlos que vivirlos...

Dédée me ha llamado por la tarde diciéndome que Johnny no estaba bien, y he ido en seguida al hotel. Desde hace unos días Johnny y Dédée viven en un hotel de la rue Lagrange, en una pieza del cuarto piso. Me ha bastado ver la puerta de la pieza para darme cuenta de que Johnny está en la peor de las miserias; la ventana da a un patio casi negro, y a la una de la tarde hay que tener la luz encendida si se quiere leer el diario o verse la cara. No hace frío, pero he encontrado a Johnny envuelto en una frazada, encajado en un roñoso sillón que larga por todos lados pedazos de estopa amarillenta. Dédée está envejecida, y el vestido rojo le queda muy mal; es un vestido para el trabajo, para las luces de la escena; en esa pieza del hotel se convierte en una especie de coágulo repugnante.
(....)
Esto último no es cierto, y los tres lo sabemos. Nadie se atreve ya a prestarle un instrumento a Johnny, porque lo pierde o acaba con él en seguida. Ha perdido el saxo de Louis Rolling en Bordeaux, ha roto en tres pedazos, pisoteándolo y golpeándolo, el saxo que Dédée había comprado cuando lo contrataron para una gira por Inglaterra. Nadie sabe ya cuántos instrumentos lleva perdidos, empeñados o rotos. Y en todos ellos tocaba como yo creo que solamente un dios puede tocar un saxo alto, suponiendo que hayan renunciado a las liras y a las flautas.
(...)
Soy un crítico de jazz lo bastante sensible como para comprender mis limitaciones, y me doy cuenta de que lo que estoy pensando está por debajo del plano donde el pobre Johnny trata de avanzar con sus frases truncadas, sus suspiros, sus súbitas rabias y sus llantos. A él le importa un bledo que yo lo crea genial, y nunca se ha envanecido de que su música esté mucho más allá de la que tocan sus compañeros. Pienso melancólicamente que él está al principio de su saxo mientras yo vivo obligado a conformarme con el final. Él es la boca y yo la oreja, por no decir que él es la boca y yo... Todo crítico, ay, es el triste final de algo que empezó como sabor, como delicia de morder y mascar. Y la boca se mueve otra vez, golosamente la gran lengua de Johnny recoge un chorrito de saliva de los labios. Las manos hacen un dibujo en el aire.
(El Perseguidor, Julio Cortázar)

8 comentarios:

  1. que bonita la foto, que bonita la segunda frase y que bonito el texto.
    mua;)

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  2. Hablando de traer cosas a la memoria, "El perseguidor" es uno de mis relatos favoritos! Pocas veces se han descrito tan bien los "perjuicios" de la búsqueda constante de un músico (Tavernier y Clint el Viejo lo han hecho en cine).

    (Ayer encontré unas fotos de París turísticas pero peculiares, que pondré esta noche o mañana)

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  3. Gracias Refu, a mí también me subyugó la portada de este disco...Y el cuento del Perseguidor tiene mucha enjundia.

    Sí, por fa, pon las fotos de París, como dijo aquel: "París bien vale una misa" Fue Enrique IV? Estoy un poco gagá

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  4. ...Paris... Tantas veces visitada. Otras tantas, Admirada. La última, hace ya casi 20 (!) años. Mi próximo reencuentro con "La Luz de esa Ciudad", siempre lo he tenido, consciente a veces, inconsciente otras, reservado para un momento muy especial de mi vida. Veremos cuándo llega! BISOUS!!! :-)

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  5. El personaje de Johnny inspirado en el gran Bird, que era capaz de tocar magistralmente con un saxo de plástico, porque como muy bien dice Cortazar a veces perdía su instrumento.

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  6. Qué caña, estos músicos son los más. Qué tendrá el jazz que tanto nos hace suspirar? No puedo evitar imaginar una atmofesra, porque el jazz tiene su propia atmosfera.

    Lo bueno de París es que existe en el imaginario..lo evocador es imaginar. Paris se presta a hacernos soñar sin salir de casa, al menos a mí.

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  7. (Enrique IV, en efecto, el marido de la Reina Margot, quien por la noche no recorría las calles de París en busca de amantes, como cuenta la leyenda, sino de músicos de jazz...)

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  8. Qué guapa estaba la Adjani de Reina Margot en la peli!!Eso se ha contado siempre, que ella iba en busca de amantes...con nocturnidad y alevosia.

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La Fée aux Miettes

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Zaragoza, España
Adoro a Colette, L.Durrell, Baudelaire, R.Queneau, Boris Vian, Joyce Mansour. Los escritores y diseñadores japoneses. El cine de J.L.Godard y de Wong Kar Wai. Le Quartier Le Marais à Paris. Anna Karina. Las fotos de Mª Angeles Cuartero. Angel Schelesser y más...