Ni un dedo se alza sin que fluya la
amargura. Lágrima a lágrima en un mundo de olvido. Sin que el ojo noche por
noche cierre sus puertas al amor. Sin que una falsa embriaguez descorazonada
abra su herida. Sin que un hilo se rompa por siempre jamás.
Por un tiempo acostumbrado por un tiempo desierto. De la aventura no queda cuando deberían salvarse los restos sino polvo y sombra de polvo. Y sed de tierra barrida por el hastío. Para que una vez al fin se alce el reflejo sin encanto
De una muerte sin enigma.
Por un tiempo acostumbrado por un tiempo desierto. De la aventura no queda cuando deberían salvarse los restos sino polvo y sombra de polvo. Y sed de tierra barrida por el hastío. Para que una vez al fin se alce el reflejo sin encanto
De una muerte sin enigma.
(César Moro)
"De una muerte sin enigma".(grandes palabras). Y la foto de Annette, contundente...
ResponderEliminarsaludos
Cierto amigo, grandes palabras. Soy fui fan de Annette, como tu la llamas, maravilloso su mundo retratado en instantáneas.
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Por una parte: "De una muerte sin enigma", y por la otra, una vida ramplona o carente de secretos y misterios.
ResponderEliminarAbrazos
A pesar de lo que dice el poema, la muerte siempre es un enigma, como dice abajo la Medusa. La vida es otro asunto, aunque debería tener siempre un punto misterioso..
EliminarAbrazote
Palabras muy otoñales, me gustaron porque la muerte siempre es enigmática... besos bella hada!!!
ResponderEliminarUn poema melancólico que como dices nos remite al otoño, a la melancolía que nos despierta el otoño.
ResponderEliminarLa muerte es en si misma el más grand enigma.
besilloss
Este texto es perfecto para este domingo de inquietudes. Voy a salvar lo que quede de ese polvo, o mejor dicho, lo que no quede.
ResponderEliminarUn abrazo!
Salva lo que puedas, los domingos da la impresión de que no hay nada..
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