miércoles, 12 de octubre de 2011

Historias del espejo..

La radio y el espejo..., la radio y el espejo...Era la obsesión de la mujer, como si toda la vida humana se pudiera expresarse con sólo esas dos cosas. Desde luego, las radios y los espejos tienen algo en común: ambos pueden comunicar a una persona con otra; puede ser que reflejen deseos y aspiraciones, que tocan zonas medulares de nuestra existencia. Bueno, bueno, en cuanto llegue a casa te compraré una radio y te la mandará de inmediato. Usaré todo mi dinero para conseguir la mejor radios de transistores que se pueda comprar.
Pero el problema está en le espejo, es allí donde no puedo comprometerme fácilmente. Un espejo aquí es un artículo que se echa a perder con facilidad, ya que el mercurio del reverso se habrá descascarado en seis meses y al año, la superficie estará empañada por el roce continuo de la arena que flota en el aire...Así es el espejo que tiene ahora; si uno se mira en él con un ojo cerrado, no se puede ver la nariz...y si se ve la nariz, lo que no se ve es la boca. En fin, no me importa tanto la duración del objeto, el asunto es que un espejo no es lo mismo que una radio. Para que fuese un medio de comunicación, primero necesitaría de la presencia de alguien que viera a ese que se está viendo. ¿ De qué le serviría un espejo a alguien que no puede ser visto por otro?
(La mujer de la arena, Kobo Abe)

6 comentarios:

  1. Buena reflexión metafísica, me ha recordado a la frase de "espejito, espejito..." jaja, como ha traumatizado disney. Es cierto también que a veces entre las personas mismas tenemos un espejo que nos acerca o separa. Un abrazo Miette, espero que todo bien a ver cuando me envías algo al email.

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  2. Lo haré mi querida Medusa, pero voy tan mal de tiempo que me cuesta inspirarme y ponerme a ello. No obstante, siempre cumplo con mi palabra, en cuanto venga la inspiración te escribo corriendo.
    Que sepas que siempre te leo, pero estos días no sé que le pasaba al blogger que no me dejaba dejar comentarios.
    beso

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  3. Conversaba con el espejo mientras miraba su faz demacrada. Había perdido hacía tiempo la razón; hastiado por el desprecio de los demás, se había replegado en sí mismo y ya no vivía cara al mundo.
    Un día la muerte lo sorprendió besando su imagen. Fue repentino, su corazón simplemente se paró, pero en ese fatídico instante, un rayo de sol, que despistado se filtraba por una rendija del tragaluz, atrapó su alma incidiendo como un puñal en la superficie pulida.
    El hombre pálido y mudo, se asoma todos los días escudriñando el otro lado del espejo, pero su reflejo no está allí, al otro lado solo se ve un cadáver reseco tendido en el suelo, que con ojos vidriosos le sonríe. Parece feliz.

    Saludos Miette.

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  4. Que triste final, transmite mucho aislamiento ese "¿ De qué le serviría un espejo a alguien que no puede ser visto por otro?". Y al mismo tiempo a la condena que el individuo fuera del grupo no tiene razón de ser. No le brinda ni la oportunidad de comunicarse consigo mismo, de identificarse con su reflejo.

    abrazo repleto de hojas caídas (las últimas casi ya)

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  5. Es una novela excelente. En ella el fondo crítico es de una agudeza fina e inolvidable. Además, la delicadeza con que se van perfilando las imágenes provoca el encanto suficiente como para no quedar empantanado en los absurdos que suceden en la vida. En mi transtierro e ido dejando muchas cosas, y una de estas cosas fue, precisamente, esta novela, la cual quedó quién sabe en qué lugar.

    Abrazos

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  6. Pues sí, Aka, has captado el aislamiento y el desasosiego del texto.

    Bocanegra, opino como tu, una novela tremenda, y genera de maravilla la sensación de absurdo, mostrando las limitaciones de la persona..Has visto la peli?

    Lazaro, siempre te lo digo, escribes muy bien, me gusta leerte.
    Perdonad a todos si ahora o sigo menos, tengo muy poco tiempo, pero cuando puedo os leo, me gusta saber de vosotros por vuestros escritos.

    Gracias por la visita
    Miette

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La Fée aux Miettes

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Zaragoza, España
Adoro a Colette, L.Durrell, Baudelaire, R.Queneau, Boris Vian, Joyce Mansour. Los escritores y diseñadores japoneses. El cine de J.L.Godard y de Wong Kar Wai. Le Quartier Le Marais à Paris. Anna Karina. Las fotos de Mª Angeles Cuartero. Angel Schelesser y más...