Todo lo demás es perfecto. Mis horas de araña de futuros simples. Excavo la tierra con mis manos claras, y encontraría mi vida al reconocerla. Te imagino pensativo en esta tarde de domingo incierto, donde te acaricio el pensamiento y veo todas tus aventuras en el rostro.
Te esperé con paciencia, con mi juventud, con mis ademanes de persona inquieta. Te busqué en las lecturas, en los concierto de chaquetas, en el discurrir de la arena...Ahora, descanso de todos aquellos ruidos, y miro la ciudad viviendo con todos sus abismos...