La majestad de los hombres es prestada; no se impone: tú sí. Oh, cuando avanzas, con la cresta alta y terrible, rodeado de repliegues tortuosos como por un cortejo, magnético y salvaje, haciendo rodar tus olas unas sobre otras con la conciencia de lo que eres, mientras de las profundidades de tu pecho, como abrumado por un remordimiento intenso que no puedo descubrir, ese sordo bramido perpetuo que los hombres tanto temen, incluso cuando te contemplan, estando seguros, temblorosos en la orilla y entonces veo que no tengo el insigne derecho a llamarme tu igual. Por eso, en presencia de tu superioridad, te daría todo mi amor (y nadie conoce la cantidad de amor que contienen mis aspiraciones hacia lo bello), si no me hicieses dolorosamente pensar en mis semejantes, que forma contigo el más irónico contraste, la antítesis más grotesca que jamás se haya visto en la creación: no puedo amarte, te detesto. ¿Por qué vuelvo a ti, por milésima vez, hacia brazos amigos, que se abren para acariciar mi frente ardiente, cuya fiebre siento desaparecer sólo a tu contacto? No conozco tu oculto destino, pero todo lo que te concierne me interesa. Dime entonces si eres la morada del príncipe de las tinieblas. Dímelo...dímelo, océano ( a mí sólo, para no entristecer a aquellos que no han conocido sino las ilusiones), y si el soplo de Satán crea las tempestades que levantan tus aguas saladas hasta las nubes. Es preciso que me lo digas porque me alegraría saber que el infierno está tan cerca del hombre.
(Los Cantos de Maldoror, Conde de Lautréamont)
Exgeradamente bello al extremo, perdido he quedado entre las aguas-palabras.
ResponderEliminarNo te respondo al sueño Freudiano mejor para no romper la magia, ya sabes lo que pensaría algún trauma de amor y sexo infantil.
Rompientes de mar el acantilado de tus palabras...
Besos
Gracias de todas formas. Es cierto que las rsoluciones freudianas van siempre por esos derroteros. Muchas gracias por valorar el texto, a mi me parece increíble, y por tus comentarios, que siempre son elegantes y profundos, gracias mil.
ResponderEliminarbesos
...Infinitas Palabras, como ese Océano, Amiga! Poesía Pura Renacida en Prosa... GRACIAS!!!
ResponderEliminarGracias amigo, a mi me parece un fragmento magnifico de una obra que no deja indiferente.
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