Este verano tuve la suerte de visitar el cementerio de Génova y debo confesar que es de las cosas más bellas y turbadoras que he visto en mi vida. El guarda me regaló el catalógo, aunque nada como verlo al natural, autentica belleza en piedra. El cementerio de Londres de Hightgate impresiona igualmente, porque además se funde con la belleza del paisaje, de manera que las tumbas empiezan a levantarse por la fuerza de las raíces, confiriendo al cementerio un ambiente maravillosamente romántico, escenario fantástico para la gente soñadora como yo. Un espectáculo difícil de superar, un atrezzo para el ensueño.
Hoy me siento con el alma petrarquista..seguiré con cosas románticas.
Quiero decir que hay gente que es orgullosa incluso aquí. Fíjese, esta señorita Gautier parece que ha sido una mujer de vida alegre, y perdone la expresión. Ahora la pobre está muerta, y de ella queda lo mismo que de las otras de las que nadie tiene nada que decir y que regamos todos los días; bueno, pues, cuando los familiares de las personas que están enterradas a su lado se enteraron de quién era, ¿quiere usted creer que todo lo que se les ocurrió decir fue que se opondrían a que la enterraran aquí, y que tendría que haber sitios aparte para esta clase de mujeres lo mismo que para los pobres? ¿Cuándo se ha visto esto? Me los tengo yo bien vistos a ésos: ricos rentistas que no vienen más que cuatro veces al año a visitar a sus difuntos, que les traen flores ellos mismos, ¡y mire qué flores!, que andan mirando lo que supone la conservación de quienes dicen llorar, que escriben en sus tumbas lágrimas que nunca han derramado, y que vienen a poner peros por el vecindario. Mire, yo no conocía a esta señorita ni sé lo que ha hecho; bueno, pues, no sé si me creerá usted, pero la quiero a esta pobrecilla, y tengo cuidado de ella y le pongo las camelias al precio justo. Es mi muerta preferida. Mire usted, nosotros nos vemos obligados a amar a los muertos, pues tenemos tanto trabajo, que casi no tenemos tiempo de amar otra cosa.
(La Dama de las Camelias, Alexandre Dumas fils)
Terrible y bello, tan cierto como la nada, amamos sólo a los muertos por falta de tiempo. Vivir el presente nos duele, nos molesta... no siempre, pero en esta sociedad que construimos cada vez mas, como un hierro candente...
ResponderEliminarUna luz que nos ciega y que nos deja por suerte, al menos, entre camelias.
Qué poetico..mu bonito amigo. Ultimamente te digo siempre lo mismo, al final será que soy una mujer sin imaginación.
ResponderEliminarBesos como camelias
Ya sabías que compartimos gusto. Allá donde voy visito el cementerio, sobre todo si tiene sus años. Superan a los parques en contenido artístico, pero no es solo eso. Los cementerios hablan. Dicen mucho sobre la vida de un lugar, o de su alma, composición, inquietudes, gusto… como el texto revela: la actitud ante la muerte subraya la naturaleza de los vivos.
ResponderEliminarBuen texto y buen comentario. Me gustaría que pusieras más de lo tuyo, merece la pena leerte.