Sin duda, es uno de los nuestros....Es,era...el fotógrafo de la noche. Un ser crepuscular.
Y la noche de ayer se terminó sin sobresaltos. Los bares muy vacíos, agosto es tan mortecino en la ciudad. Pero hay que aprovechar, septiembre asomará la patita enseguida.
La rentrée nos espera a la vuelta de la esquina. De momento aprovechemos el domingo, aunque también sea un día mortecino y nos invada cierto spleen.
Un domingo se vacía como un mar desahuciado. Si cojo el teléfono, temo que me pongan con el cementerio. El frío me amortaja con cintas de fiebre y vuelvo de los viajes con urgencia postal y póstuma. Mi vida ha sido tan larga que puedo meter la mano en cualquier bolsillo y sacar un diente perdido de la primera infancia. Fui una estatua violenta que desafiaba a las constelaciones y ahora mi cuerpo es un asilo donde multitud de ancianos quieren oler una rosa. Sólo me queda la cabeza, como una ventana alta, para embeber el cielo y morder no sé qué manzana desconocida.
(Mortal y Rosa, F. Umbral)
Y como me siento algo dominguera pero generosa, os dejo ahora con un poema que me encanta.
Horror simpático
Desde ese cielo extraño y lívido,
con tu sino atormentado,
¿qué pensamientos, libertino,
descienden a tu alma vacía?
Presa de avidez insaciable
Por lo oscuro y por lo indeciso,
No gemiré como hizo Ovidio
proscrito del edén latino
cielos sombríos como playas,
mi orgullo se mira en vosotros;
vuestras grandes nubes de luto
son las carrozas de mis sueños,
y vuestras luces son reflejos
del infierno que me seduce.
(Las Flores del mal, C. Baudelaire)
Me encanta, ¿a qué es genial?
Y la noche de ayer se terminó sin sobresaltos. Los bares muy vacíos, agosto es tan mortecino en la ciudad. Pero hay que aprovechar, septiembre asomará la patita enseguida.
La rentrée nos espera a la vuelta de la esquina. De momento aprovechemos el domingo, aunque también sea un día mortecino y nos invada cierto spleen.
Un domingo se vacía como un mar desahuciado. Si cojo el teléfono, temo que me pongan con el cementerio. El frío me amortaja con cintas de fiebre y vuelvo de los viajes con urgencia postal y póstuma. Mi vida ha sido tan larga que puedo meter la mano en cualquier bolsillo y sacar un diente perdido de la primera infancia. Fui una estatua violenta que desafiaba a las constelaciones y ahora mi cuerpo es un asilo donde multitud de ancianos quieren oler una rosa. Sólo me queda la cabeza, como una ventana alta, para embeber el cielo y morder no sé qué manzana desconocida.
(Mortal y Rosa, F. Umbral)
Y como me siento algo dominguera pero generosa, os dejo ahora con un poema que me encanta.
Horror simpático
Desde ese cielo extraño y lívido,
con tu sino atormentado,
¿qué pensamientos, libertino,
descienden a tu alma vacía?
Presa de avidez insaciable
Por lo oscuro y por lo indeciso,
No gemiré como hizo Ovidio
proscrito del edén latino
cielos sombríos como playas,
mi orgullo se mira en vosotros;
vuestras grandes nubes de luto
son las carrozas de mis sueños,
y vuestras luces son reflejos
del infierno que me seduce.
(Las Flores del mal, C. Baudelaire)
Me encanta, ¿a qué es genial?
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