Ayer fue de esos días difíciles de superar. Una comida maravillosa en uno de los sitios más selectos de la ciudad. Buena conversación y buenos alimentos. ¿Y qué decir del champagne? Un descubrimiento el Philipponnat, todo un estilo de vida. Y yo qué afortunada, la noche me ha traído grandes sorpresas, como conocer a estos nuevos amigos que son excepcionales. Tanta felicidad, tanta buena suerte me hace pensar que hay truco.
Gracias Olivier, gracias Lolo.
Y fiel a ese buen karma que me persigue (ojalà dure) mi suerte se prolongó gracias a mi despiste, ya que al dejarme mi super narguile, traído de directamente de Jordania para mí, Olivier no tuvo más remedio que volver a verme y tomarse, casi obligado, unas cañitas para aliviar las temperaturas estivales.
Y fiel a ese buen karma que me persigue (ojalà dure) mi suerte se prolongó gracias a mi despiste, ya que al dejarme mi super narguile, traído de directamente de Jordania para mí, Olivier no tuvo más remedio que volver a verme y tomarse, casi obligado, unas cañitas para aliviar las temperaturas estivales.
gracias gracias gracias eres un sol,cuando quieras sienpre tendras una copa de champagne para disfrutar de un buen momento.muak
ResponderEliminarGracias amigo, no sabes la ilusion que me hace.
ResponderEliminarun besito