Lo único que cuenta en el mundo es el amor, cien veces lo has repetido y, por mucho que te desdigas, nada puede borrarlo. Tal vez se trate de una facultad divina que se pierde y se recupera, que haya que cultivar o que adquirir por medio de crueles sufrimientos y dolorosas experiencias. Tal vez me amaste con pena para amar a otra con abandono. Tal vez la que venga te ame menos que yo y sea más feliz y más amada. Estas cosas encierran misterios así. (...)
Fenece mi imaginación, que ya solo se emplea en las ficciones literarias. Abandona el papel en la vida real y ya no me arrastra más allá de la prudencia y el razonamiento.Mi corazón sigue y seguirá siempre sensible e irritable, dispuesto a sangrar abundantemente al menor alfilerazo. Mi sensibilidad tiene aún algo de exagerado y enfermizo que no se curará un día.
(Los amantes de Venecia, Georges Sand et Alfred de Musset)
El corazón debe mantenerse siempre sensible a los alfilerazos del amor, cada experiencia es diferente y flaco favor le haríamos a la otra persona, y sobre todo a nosotros mismos si nos adentramos en el amor con miedos adquiridos en el pasado... considerando que todos son iguales.
ResponderEliminarTexto delicado como a los que nos tienes acostumbrado,
besos nevados,
Sin duda el amor como tal el sentimiento "misterioso". Un abrazo bella hada :)
ResponderEliminarAka, besos nevados, uummm...qué maravilla, me hace querer buscar el calor!! Bonito comentario amigo quasi escandinavo...Hay que despojarse de los miedos para seguir amando.
ResponderEliminarMedusa, gracias por ese abrazo