Me reinventé como un paisaje inexistente. Miré al cielo y unas enanas blancas me devolvieron la sonrisa. Qué gratificante era salir de casa y respirar el sueño de las magnolias. Un grito repetido entre los mármoles del viento. En el eco aún resuena un nombre, lo deletrearé ante el espejo o lo tomaré al asalto.
Antes de dormir sacaré a pasear a las palabras, así, todas juntas veremos pasar los sueños.
Bello tan bello como tus sueños, mil besos.
ResponderEliminarTe superas día a día. Una poetisa anida en ti miette.
ResponderEliminarGracias, pero los que os superais sois vosotros!!!
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