Pues sí amigos, de vez en cuando salen días en los que nos vemos mecidos por una rara sensación, a mi me gusta llamarlo spleen. Lo bueno es que estos días me hacen pensar en cosas que de normal no pienso, como en películas ya vistas y que se han quedado en el archivo de mi memoria. En esta ocasión he recordado Amanecer de Murnau. Bonita película. Mientras, ya voy pensando en otras para el post-spleen...De regalo un relato invisible by Miette.
Veía a ese hombre alguna veces, pero nada me hacía pensar en él. No era su turno, no era mi turno. No sé si era un extraño o la extraña era yo. Sólo quería penetrar en su secreto, ¿tendría un aventura vital? Con el tiempo descubrí que engañaba mi pensamiento con la existencia. Narciso no se ahogó por mirarse en un cristal, sino que se miró en el reflejo del otro. Encontró la muerte en el yo que nos define.
Veía a ese hombre alguna veces, pero nada me hacía pensar en él. No era su turno, no era mi turno. No sé si era un extraño o la extraña era yo. Sólo quería penetrar en su secreto, ¿tendría un aventura vital? Con el tiempo descubrí que engañaba mi pensamiento con la existencia. Narciso no se ahogó por mirarse en un cristal, sino que se miró en el reflejo del otro. Encontró la muerte en el yo que nos define.
Muy bueno Miette. Yo te regalo otro, algo relacionado.
ResponderEliminarDe los dos famosos gemelos asesinos, se sabía que era sólo uno de ellos el que asesinaba. El otro no era capaz, sólo encubría a su hermano. El problema era saber cuál ya que eran como dos verdaderas gotas de agua. Y nunca se encontraban juntos, jamás se reunían. Hasta que un día el gran Holmes, que iba tras su pista, dio con uno de ellos. Y aunque no resolvió el misterio de quién de los dos era el asesino, no volvieron a cometer asesinato alguno. Al encontrarse, Holmes simplemente le preguntó al gemelo: ¿Tú eres tú o tu hermano? El gemelo no supo responder. Quedó paralizado en la duda. Para siempre.
Mejor no demos pistas para la existencia-inexistencia, la muerte siempre nos encuentra como el apasionamiento al aburrimiento, como el instinto a la vida, como la risa a la tristeza o al contrario.
ResponderEliminarEres genial lo sabías? Bueno... lo sabes todo.
A mi me gusta morir en tu reflejo... yo soy así.
Besos
Gracias J.
ResponderEliminarPara genial tu!
Ernest, cuando te pones te pones, muy chulo el relato, espero que haya más.
besos