Dejo sólo unas líneas para quitarme el mono de escribir y de mimar mi blog, mi hijito, como le llamo entre amigos. Aquí estamos, en Ponta Delgada, en la isla de San Miguel, en las Azores. El cielo oscuro y bastante fresquito, pero la isla es bonita. Hemos comido de lujo, un sitio estupendo, llevado por unos gallegos, y donde se reune gente de lo más selecta. Desde luego no sé cómo lo hacemos pero al final siempre vamos a parar a lugares con empaque. O Mariñeiro, en las Docas, una maravilla para el paladar. La parte antigua de Ponta Delgada tiene mucho encanto, ha guardado numerosos edificios que nos hablan de tiempos pasados.
Y aunque este lejos nunca me olvido de la poesía ni de aquellos a los que quiero.
ARENAS MOVEDIZASDemonios y maravillasVientos y mareasA lo lejos ya el mar se ha retiradoY túComo un alga dulcemente acariciada por el vientoEn las arenas del viento te agitas entre sueñosDemonios y maravillasVientos y mareasA lo lejos ya el mar se ha retiradoPero en tus ojos entreabiertosHan quedado dos pequeñas olasDemonios y maravillasVientos y mareasDos pequeñas olas para ahogarme(Jacques Prevert)
Chapeau! ¡Qué maravilla las tierras gallegas!
ResponderEliminarNo hay mar como el de los ojos. Ningún océano puede lo que pueden tus lágrimas...
ResponderEliminarEau de Azores de Cacharel.
Jaja Besos.
Gracias Joe.
ResponderEliminarJoaquín, mi travieso seguidor...siempre consigues hacerme reir.
Recuerdos del anticiclón chicos.