El viaje terminó en la pequeña localidad de Furnas. En este entorno frondoso se encuentran algunas de las calderas volcánicas más importantes de la isla. El agua borbotea, esta hirviendo y desprende un olor a azufre tremendo, la nube blanca que se ve es el vapor de las calderas, es increíble, aunque el volcán duerme sin duda está activo. Comimos el cocido típico hecho en los hornos del volcán. Son unos agujeros excavados en la tierra, se mete en una vasija la comida y deja dentro durante unas horas, el calor que emite la tierra cuece la comida.
Por la mañana fuimos a ver la ballenas, es una de las excursiones típicas de la isla. Yo no tenía mucha fe en verlas, pero finalmente vimos tres cachalotes y una tortuga boba. Fue muy emocionante. Salen a respirar y se ve el chorro de agua que explusan, y luego cuando se vuelven a meter en el agua dan un salto y se ve su aleta de detrás. Emocionante!!
Y así terminó nuestro viaje a la isla de las Hortensias.
Jo, un viaje tan chulo como atípico... Eco-turismo y relajo para los sentidos .Se ve que habeís respirado aire puro. Me alegro que haya estado tan bonito. Se vé en las fotos. besoux.
ResponderEliminar¡Gran viaje y estupendas fotos!
ResponderEliminarGracias amigos, la verdad es que la vuelta ha sido un horror, ayer ya iba corriendo a todos lo sitios, en fin, la vida moderna. Ha sido un sueño de viaje.
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