Cómo está la ciudad!! Está que da MIEDO...tomada por ciudadanos de bien en busca del regalo ideal! Los comercios son una piojera...las tiendas supuran personas...uufff...por no hablar de las administraciones de lotería.
La ciudad deviene un enjambre, y queda lo más complicado: la cabalgata!! para los niños será increíble pero para los no tan niños es un calvario...toda la ciudad cortada al tráfico...Pero en fin, no quiero arruinar con mis comentarios este día casi festivo, y para ello, de regalo anticipado de reyes os dejo un fragmento de un libro que me encanta Cuentos Orientales de Marguerite Yourcenar.
Imagínese la humilde felicidad de un Panegyotis; poseía el amor de las hermosas, la envidia de los hombres y, en algunas ocasiones, su deseo; un reloj de plata, cada dos o tres días una camisa maravillosamente blanca planchada por su madre, arroz pilaf al mediodía y el ouzo glauco y perfumado antes de la cena. Pero la felicidad es frágil y cuando no la destruyen las circunstancias o los hombres, se ve amenzada por los fantasmas. Acaso no sepa usted que nuestra isla se halla poblada de presencias misteriosas. Nuestros fantasmas no se parecen a sus espectros del norte, que sólo salen a medianoche y se alojan durante el día en los cementerios. Nuestros fantasmas olvidan cubrir su cuerpo con una sábana blanca y su esqueleto se halla recubierto de carne. Pero tal vez sea más peligrosos que las almas de los muertos, ya que éstos, al menos, han sido bautizados y han conocido la vida, han sabido lo que es sufrir. Las Nereidas de nuestros campos son inocentes y malvadas como la naturaleza misma, que tan pronto protege al hombre como lo destruye. Los dioses y las diosas de la antigüedad están bien muertos, y los museos sólo conservan sus cadáveres de mármol. Nuestras ninfas se parecen más a las hadas de su país que a la imagen que de ellas tienen ustedes, según el modelo de Praxiteles. Pero nuestro pueblo cree en ellas y en sus poderes; existen igual que la tierra, el agua y el peligroso sol. En ellos la luz del verano se hace carne, y, por eso, verlas dispensa vértigo y estupor. Sólo salen a la hora trágica del mediodía; están como inmersas en el misterio de la luz del día.
(El hombre que amó a la Nereidas, Marguerite Yourcenar)
Como mola la Yourcenar. Que gran mujer, debió ser tremendamente afortunada por lo que he leído de ella. Creo que apenas le hizo falta trabajar , era una aristócrata , muy avanzada para su tiempo... y solo se dedicó a dar rienda suelta a su talento. Bonito post!
ResponderEliminarNos vemos pronto dirty paya!
Gracias amigo, es increible estaba pensando en tí.Ahora me iba a pasar por tu casita virtual..Me gusta mucho lo que pusiste de Plataforma.
ResponderEliminarQuien es tu rey preferido?
baltasar paya, ya te lo imaginarás....
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