Valery Larbaud era el artista portátil por excelencia. Por ejemplo, era extrema su sexualidad y rechazaba radicalmente toda idea de suicidio. Pero es que, además, era notable su tensa convivencia con el doble, así como su simpatía por la negritud, su perfecto funcionamiento de máquina soltera, su ausencia de grandes propósitos, su cultivo del arte de la insolencia y su afición a viajar con un maletín que contenía su ingrávida obra.
(Historia abreviada de la literatura portátil, E. Vila-Matas)
Hada me da risa el señor Vila-Matas, será por la caña de Mal-herido.
ResponderEliminarJajaja besos.
Riete que eso es muy bueno!!! A mi me divierte mucho este hombre!
ResponderEliminarbesos sonrientes