Mountolive la quería, le gustaba sentir la mirada de aquellos ojos negros, alumbrados por una especie de apasionada curiosidad mezclada de admiración. Ella y Nessim formaban una espléndida pareja, pensó, casi con un dejo de envidia, como gentes acostumbradas a trabajar juntas desde la infancia, respondiendo instintivamente a los deseos y necesidades no expresadas de uno y otro, y procediendo sin vacilar a apoyarse con sus sonrisas, Aunque ella era muy hermosa y reservada, y parecía hablar poco. Mountolive creía descubrir una simpática sinceridad, que quería brotar de continuo entre sus fases, como de algún oculto resorte de calor secreto.
(Mountolive, L. Durrell)
Mountolive lo tengo en casa, algún día lo leeré.....Pero no encuentro "Baltazar"!!
ResponderEliminarNo te apures yo te lo busco y en el peor de los casos te dejo el mío!
ResponderEliminarbeso