Este post me apetece por muchas cosas. Inicialmente quería poner una foto de mi último descubrimiento, un fotógrafo llamado François Fontaine que me ha cautivado, no solo porque tiene pinta de guapo intersante sino por la belleza de sus fotos. La mayoría son de sus viajes, por supuesto las de Asia me ha impresionado. Pero no he conseguido hacerme con ninguna imagen, las tiene bien protegidas. Y como una cosa lleva a la otra, el rollo asiático me ha recordado a Fabienne Verdier, y un libro maravilloso que compré en Francia: Les carnets du calligraphe. Ella hacía la caligrafía y François Cheng elegía la poesía, un tandem perfecto. El libro está lleno de equilibrio y belleza.
Pero lo que realmente me apetece es que mi amigo Álvaro nos hable del gran maestro Cheng, quiero que su crítica nos abra el apetito para descubrir a este hombre increible de origen chino y naturalizado francés, y miembro de la Academia Francesa de la lengua, ahí es nada!!
Bueno Alvaro, no me dejes mal!!
Yo solo he leído "La eternidad no está de mas " . Ya me lo dejó hace tiempo el hada de las miguitas . Lo recuerdo un poco vagamente ,pero sí la sensación de serenidad durante y despues de su lectura, de lo delicado que puede llegar a ser este hombre. Como casi todos los libros de su género, carece de un argumento y trama elaborada, pero yo sobre todo me quedé con ese tan oriental saber esperar las cosas , tan pausado y tan alejado de nuestro existir actual. Sin ánimo de desvelar nada, habla de un hombre que decide esperar a su amada el tiempo que sea necesario, realmente se tira casi todo el libro esperando, pero es una dulce espera, de gran serenidad, con un vaivén de breves pero intensos momentos de contacto visual entre los dos amantes, pero sublimes , casi eternos en si mismos. Nadie puede atrapar un instante y recrearse en él como Francois Cheng, quizá tambien nos muestra su visión oriental de el amor, que aunque platónico o imposible...es tambien amor ;)
ResponderEliminarMe ha puesto los pelos de punta, qué bonita crítica, de verdad. Será por aquello de la espera. Qué grande es eso de saber esperar..
ResponderEliminarCómo me gustaría tener ese punto oriental. Supongo que todo se aprende.
Gracias amigo.
A ver si alguien más lo ha leído y se anima a decir algo sobre él.