Será que el otoño me trae una nostalgia amable o simplemente son las descripciones inconfundibles de Baudelaire, sea lo que sea, el otoño por fin ha arrancado, se pasea entre nosotros dejando bellos colores. Que lo disfrutéis!!
¡Qué penetrantes son los atardeceres de otoño!¡ Ay!¡Penetrantes hasta el dolor ! Pues hay en él ciertas emociones agradables, no por ambiguas menos intensas; y no hay punta más acerada que la de lo infinito.
¡Gran placer el de ahogar mi mirada en lo inmenso del cielo y del mar! ¡Soledad, silencio, castidad incomparable de lo azul! Una vela pequeña, temblorosa en el horizonte, imitadora en su pequeñez y aislamiento, de mi existencia irremediable, melodía monótona de la marejada, todo eso que piensa por mí, o yo por ello-ya que en la grandeza de la divagación el yo presto se pierde-piensa, digo, pero musical y pintorescamente, sin sutilezas, ni silogismos, ni deducciones.
(El yo culpable del artista, Baudelaire)
Miette me encanta el texto, sobretodo lo de los atardeceres penetrantes! Un abrazo!
ResponderEliminarGracias reina..Todo bien no por tu universo medusino??
ResponderEliminarbesos
Que bella descripción del otoño, la luz que se apaga, la llama de una vela, y las divagaciones en el ambiente mágico de los atardeceres otoñales con sus noches prematuras.
ResponderEliminarBesos Miette, a disfrutar de las luces del otoño que ya os llegan cuando aquí nos dejan.