Para conocer París nada mejor que los irónicos y embriagodores relatos de Eugenio D'Ors. Os dejo una pequeña muestra:
Comer en el bosque es merecida recompensa a una fatigosa jornada en el cruel París estival. Ir hasta allí en automóvil, una exquisita preparación para el ágape.(...) Ya estamos en la morada de los dioses, el Bosque. Ocurre sin embargo que los dioses se han ausentado. Están tomando las aguas en e viejo Vichy, o bien bañándose en Ostende, o jugando y apostando en Trouville-Deauville, Baden-Baden, o escuchando música en Munich, o mandando tarjetas postales desde Noruega o Escocia...No importa, todavía quedan en París algunos semidioses. Comen aquí, en el Pré Catalan, contemplando la curiosa decoración de Caran d'Arche, dejándose mecer en la añoranza por el vals de los zíngaros o divirtiéndose en analizar los reflejos de la luz sobre la cristalería y sobre la pedrería dudosa de las dudosas parroquianas...que, ellas sí, pobrecillas, no son ni tan siquiera semidiosas, porque de éstas nuestra mitología anda escasa..
(París, Eugenio D'Ors)
muy bueno el texto Miette, una descripción muy aguda, lástima no conocer los locales que menciona pues seguro que de conocerlos se apreciaba mucho más. Ingenioso lo de las dudosas parroquianas con dudosa pedrería y rebajadas al estatus de simple mortales...
ResponderEliminarun beso colorido de ocres y naranjas
Oh! los dioses están ausentes! texto genial, habrá que hacer un viaje en grupo a París no? :)
ResponderEliminarLos dioses han visto como los autos les arrebataban el trono...
ResponderEliminarLass semidiosas ellas...tan divinas, con sus pedrerías, ¿serán las piedras de Sísifo o más bien las de Sissifú (su perro)?
ResponderEliminarProvoca conocer París aunque a mi me encanta siempre volver a Arequipa (un lugar tan mágico).
ResponderEliminar....Oh, me gustaría tanto que recordaras
ResponderEliminarLos días felices cuando éramos amigos...
En aquel tiempo la vida era más hermosa
Y el sol brillaba más que hoy.
Las hojas muertas se recogen con un rastrillo...
¿Ves? No lo he olvidado...
Las hojas muertas se recogen con un rastrillo
Los recuerdos y las penas, también.
Y el viento del norte se las lleva
En la noche fría del olvido
¿Ves? No he olvidado
la canción que tú me cantabas......
(Jacques Prévert)
German que chulo, adoro a Prévert, qué acierto traerlo al pensamiento, traerlo aquí..Gracias mil por ello.
ResponderEliminarLazaro, qué suerte la tuya que conoces una ciudad tan mágica. París es mágica pero de otra menera..
Ernest, muy bueno, seguro que son los chuchos...