Mientras yo pagaba la cuenta se fue al tocador, y deseé tener un libro para leer: sus visitas al lavabo de señoras a veces duraban tanto como el embarazo de una elefanta. Mientras pasaba el tiempo, me pregunté tontamente si se estaría metiendo estimulantes o tranquilizantes. Tranquilizantes, sin duda. Había un periódico encima de la barra y lo cogí; estaba en chino. Cuando pasaron veinte minutos, decidí investigar. Quizá se había metido una dosis mortal, o a lo mejor se había cortado las muñecas. Encontré el lavabo de señoras y llamé a la puerta. Ella dijo: "Pase". Dentro, se estaba observando en un espejo mal iluminado. Le pregunté: "¿Qué estás haciendo?" Contestó:"La miro." En efecto, se estaba pintando los labios con un lápiz de color rubí. Además, se había quitado el sombrío pañuelo de la cabeza y se había peinado su lustrosa cabellera, fina como algodón de azúcar.(Una adorable criatura, Truman Capote)
Me gusta chafardear los pasajes que aquí vas poniendo; normalmente no comento, hago una excepción: Truman Capote es una de mis debilidades. No conozco a nadie que escribiera tan bien; igual de bien tal vez, mejor, no.
ResponderEliminarJajajajaja genial he pasado un miguita de ratito en algodón de azúcar... Los veintes minutos fueron de lectura china jajaja
ResponderEliminarEl lavabo de señoras debe ser algo así como un universo paralelo o un subuniverso deseado?
Gracias por este rato, besos de tocador de señoras ahora que está en boca un tal Mendoza, sigo sin noticias de tu gurb.
Nueve de cada diez veces que uno va al baño, no llega a bajarse los pantalones o levantarse la falda...
ResponderEliminarAgradecida por el comentario. Para mí Capote también es una debilidad, me gusta mucho y nunca me cansa releerlo.
ResponderEliminarJotita..muy bueno el juego de palabras que haces con el texto, me gusta, me gustas, ya lo sabes.
Cómo que sin niticias, si te envie mi dirección postaaaaal....Yo sigo sin noticias tuya, miro mi buzón ansiosa todos los días y no me llega ese regalo de dioses. Será cómo la inspiración...que llega cuando menos te lo esperas?
El lavabo de señoras es un enigma incluso para las señoras, todo es posible allí dentro, es como una caja de Pandora higiénica.
Joe, gracias por la estadística. Me pregunto qué hace la gente entonces en el lavabo.
besos chicos,mis almas bellas.