En mi habitual forma de vida, frivósofa y sin dejar de vivir el día a día, surgen continuamente compromisos de todo tipo. Esta tarde estoy invitada a tomar el té en casa de Manuel S. Un joven muy talentoso para la decoración y cuya casa se va transformando poco a poco en un bello habitat. Donde todas las estancias están creadas con mimo. Todo detalle pensado al dedillo, ¿y cómo no? el resultado es francamente original y fresco.
A día de hoy se estila muy poco recibir en casa. A mí me gusta la idea, me hace pensar en siglos anteriores, donde la nobleza y la burguesía recibían en casa determinados días. Incluso en los dormitorios, cosa que me encanta. Durante mucho tiempo leí y estudié encamada, como Proust. En esa extraña decadencia que dar estar semitumbado. Y los resultados siempre fueron buenos. Hice mis mejores exámenes y mis mejores lecturas, esas que todavía hoy me acompañan.
Sin duda, una invitación a tomar el té en un domilicio particular es una propuesta muy chic para concluir un fin de semana que se me ha hecho muy muy corto.
Hola miette... no pudo ser este fin de semana, nos quedamos muertos el sábado en el sofá y la cama, tras la salida del sábado, la noche no es para mi, como decía la canción... finde de cansancio, será el calor incipìente que me roba la energía... tendrá que ser dentro de dos o tres semanas que vuelvo...lo siento... respecto a lo de recibir el casa, a mi me encanta hacerlo, y ejercer de anfitrión, si que es costumbre que se ha perdido... tan grata, la de compartir tu espacio íntimo o que los dema´s compartan el suyo... es tan agradables...
ResponderEliminarb7
Julio
...uy que dedos más torpes escribiendo de buena mañana....
ResponderEliminarGuapo, aunque sea una pena no veros, me alegra el día descubrir unas líneas tuyas en el blog. Esos pequeños momentos cambian el día. Y tu arte, qué bonito todo lo que haces!! un besote...y perdona, pero el torpe es el teclado, tú no!!
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