de estudio, me veo de pronto a la deriva, flotando, tendiendo los brazos.
Es extraño, jamás me encontré de verdad con ella como amante, sino como escritor. Nos estrechábamos las manos en ese mundo amoral, de juicios diferidos, donde la curiosidad
y la maravilla importan más que el orden: el orden silogístico impuesto por el espíritu. Allí
se espera en silencio, conteniendo el aliento para no empañar los cristales.
Así estaba yo, perdidamente enamorado. (...)
De ella dijo un día Clea: los hombres prefieren a la ramera auténtica....como Justine.
Sólo una ramera es capaz de herirlos.(...)
Como todos los seres amorales, está en el límite de la Diosa. Si nuestro mundo fuera
un mundo de verdad, habría templos donde Justine podría refugiarse y encontrar la paz que busca.
(Justine, L. Durrell)
(Justine, L. Durrell)
Me haré con el Cuarteto.
ResponderEliminarOlivier
Hay un Munch maravilloso en la exposición de Goya en el Mundo Moderno, Museo Provincial. Supongo que lo habéis visto. Últimos días
ResponderEliminarLo vi, vi la exposición y me encantó. Seguí la recomendación e hice la visita guiada. Maravilloso cuadro, gracias por mencionarlo.
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