Cada vez que leo a Albertine Sarrazin me sigue sorprendiendo su talento. Sin formación apenas, Albertine escribió sobre su vida, breve e intensa, con una prosa maravillosa que destilaba talento. Una vez escribí sobre ella, o más bien sobre su novela El Astrágalo. Mi amigo Jesús R. me lo regaló sabiendo que me gustaría y así fue. Albertine es una chica dura, una delicuente con más talento para la escritura que para el delito. Una bonita historia de amor y dolor...un amor que se torna en espera: la del ser amado. Ello me llevó a pensar en un poema de Borges que como Albertine siempre me estremecerme.
Albertine esperando al hombre de los cabellos rubios. Contando el tiempo entorno a la persona amada. Una relación que empieza en el imperativo de la espera "Espérame el tiempo que haga falta" le dice Julien. Anne se enamora y su existencia se convierte en una prórroga. En un tiempo suspendido. Julien deviene el eje temporal de la historia. La autora inventa una nueva forma de contar el tiempo - « Estar o no estar contigo es la medida de mi tiempo» - escribió Borges. Así transcurre el tiempo en la novela. Julien es la medida de su tiempo.
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