Siempre llega mi mano más tarde que otra mano que se mezcla a la mía y forman una mano. Cuando voy a sentarme advierto que mi cuerpo se sienta en otro cuerpo que acaba de sentarse adonde yo me siento.
Y en el preciso instante de entrar en una casa, descubro que ya estaba antes de haber llegado.
Por eso es muy posible que no asista a mi entierro, y que mientras me rieguen de lugares comunes, ya me encuentre en la tumba, vestido de esqueleto,bostezando los tópicos y los llantos fingidos.
(Dicotomía incruenta, Oliverio Girondo)
La belleza de Girondo es como una fresca mandarina bebida lentamente en una madrugada de verano ardiente.
ResponderEliminarUn abrazo al tiempo de Oliverio
Gracias amigo, me gusta que compartamos el gusto por este poeta tan especial!!
ResponderEliminarbesito girondiano
Miette
Estaba criando malvas en la oscuridad de mi tumba, mientras yo mismo, lejos de allí, y más hacia aquí, quemaba un cartón entero de tabaco y apuraba tres botellas de tintorro en el bar de una esquina. Y así desdoblado, disfrutaba entre comillas de la vida y descansaba amojamado y mudo, con los ojos cerrados, en la paz de una muerte futura.
ResponderEliminarPD: Que Dios, Miette y Oliverio Girondo me perdonen por tan osada intervención. Un beso mio y de mi mismo.
muy inteligente y lúcido paya....
ResponderEliminarLazaro, quedas perdonado, tu intervencion me ha encantado!!!
ResponderEliminarbesito muy vivo
Miette