En una cajita guardo tu esencia de mármol escarpado y arabescos. Mientras bostezo deshilacho un pensamiento que no me deja leer. Esta vez no me perderé, dejaré trocitos de alma para no perder el camino. Hace tan buen tiempo, escucho las puertas del café. Una moneda en tu corazón y suena la música. En el parque ya no hay árboles huérfanos, las hojas son sonrisas que el viento recorre. Hechizada por la vida, pido asilo a los atardeceres escarlata, al vaho de los espejos.....a tu mirada presencia de océanos infinitos.
Hechizada por la vida, tu lo has dicho, como me gusta eso!!!! :D
ResponderEliminarUn abrazo y lo dicho, cuando quieras hacer un dúo literario ya sabes mi email. Besos preciosa!!!
Que precioso pasaje Miette, lo de deshilachar el alma e ir dejando rastro, y las sonrisas en las hojas me gustó especialmente. Que alegría leer textos como éstos.
ResponderEliminarun abrazo
¿Cómo tienes la mirada? A Cristina la veo bien, joven. Eres presencia inquietante de Oceanos infinitos? Eso, be be be sos sos, qué raro un socorro de mirada larga, que no te discuto, también borrego de ojos degollados. J
ResponderEliminarGracias Medusina, la semana que viene me pongo a ello.
ResponderEliminarAka, me alegra que te guste, me hace muy feliz..Gracias por la visita.
J, como siempre reformulas mis propuestas para hacereme reir. Creo que tengo bien la mirada, al menos de momento no me ha salido ni conjuntivitis ni un orzuelo, pero nunca se sabe.
Besito mi borreguito