Kawabata tiene una prosa delicada y pura. Para los amantes de lo frágil y lo efímero leer sus novelas es una experiencia bella, sútil...que deja esa sensación de haiku en el alma.
Vio el sol de la tarde como lo había visto después de la noche con la señora Ota: el sol de la tarde a través de la ventana del tren, destrás de la arboleda del templo Hommonji. El sol rojo parecía derramarse sobre las ramas. La arboleda se recortaba, oscura. El sol que se derramaba por las ramas se introdujo en sus ojos cansados. Los cerró.
Las grullas blancas del pañuelo de la joven Inamura volaron en el sol de la tarde, que todavía estaba en sus ojos.
(Mil Grullas, Y. Kawabata)
kawabata mola, aunque hay momentos en que me siento "demasiado occidental" para apreciarlo
ResponderEliminarKawabata me deprime, porque la belleza que plasma es tan... ukiyo-e. Sí, es muy haiku, es muy etereo, muy efímero. Y por lo tanto, roza el alma.
ResponderEliminarUn beso.
La cambinación es sencillamente perfecta, la imagen y la letra son la luz en los ojos enamorados...
ResponderEliminarBesos chuchuchuuuuu
yo ya no puedo con los japos! , aunque ...vivia Mishima!
ResponderEliminarEs bonito hasta el título Mil Grullas.
ResponderEliminarVaya, opinones encontradas por parte de Refu. Bueno chico, como bien dices, siempre nos quedará Mishima. Aunque Kawabata es tremendo.
ResponderEliminarChris, o sea que te deprime...Lo que dices es muy cierto y muy bello, roza el alma.
Jota, Tao Okamoto es delicada y eterea como la prosa del genio japonés. Una belleza.
Mil grullas, pura poesía.
besos mil a todos.
JL, la verdad es que a mi me pasa lo mismo, me siento muy occidental pero me esfuerzo por disfrutar de él, que no sea una barrera, pero es verdad, hay cosas que a uno no llegan por eso.
ResponderEliminarGran verdad..