El día que vi a la araña..

Bajo tu faldita de cuadritos asomaban tus patitas finas. Es lo único que recuerdo de aquellos días sin huella. Tu reflejo, una mancha en el techo, y yo, un delirio a techo descubierto. El día que soñé con la araña quise ser Minerva..
¿Te acuerdas del barniz de tus hilos? Eran como espejos en lo que algo podía surgir y elevarme por encima de las miserias. La noche perdió su día....desvanecido.....en una bebida indolente.

Retrolocura..

Saco a pasear mis juanetes entre vasos de Mirinda. Me invito a lo feo, a las picaduras, a los vientos sin conquista...

Casitas de chocolate, electrodos, síndromes..los lugares siempre son comunes. Y entre página y página Silvia Plath ha muerto, y de nuevo me sacude lo feo como rosas marchitas..En el espejo hay un camafeo hipócrita que me mira mientras me guiña el ojo la locura...

Movimientos discontinuos...

Etienne y Wong me habían hablado de esa mujer-dijo Gregorius-Los vieron un día en una terraza de café, en Saint-Cloud. Solo los astros saben que podía estar haciendo toda esa gente en Saint-Cloud, pero así sucedió. Horacio la miraba como si fuera un hormiguero, parece. Wong se aprovecho más tarde para edificar una complicada teoría sobre las saturaciones sexuales; según él se podría avanzar en el conocimiento siempre que un momento dado se lograra un coeficiente tal de amor (son sus palabras, usted perdone la jerga china) que el espíritu cristalizara bruscamente en otro plaon, se instalara en una surrealidad. ¿Usted cree, Lucía?

-Supongo que buscamos algo así, pero casi siempre nos estafan o estafamos. París es un gran amor a ciegos, todos estamos perdidamente enamorados pero hay algo verde, una especie de musgo, qué sé yo.

(Rayuela, Julio Cortázar)

Estaciones de palabras..

Me materializo en sonrisa, en un teatro de polichinelas. La vida excéntrica y rítmica como finos bigotes y círculos a  pecho descubierto. Amo la literatura, este amor nada provinciano malgastado en vendimias de temporada. Mi cabeza llena de versos permanentemente olvidados. Procesiones de palabras que dibujan cálidas habitaciones...¿Quién pudiera ser mano fertil en tu espacio?

Vacaciones de uno mismo..

Palabras de funambulista. Como un torrente de singulares equivocaciones y otras cosas indeterminadas. En mi cabeza siempre estoy de vacaciones, un lugar muy colonial..o quizá no, quizá tan solo sea un lugar que un domador puso en mi cabeza.  Todo sucede allí, fuera de la realidad, donde siempre quise estar.

Instante...

Como una mano que en el instante de la muerte y del naufragio se levanta al modo de los rayos del sol poniente, así surgen por todas partes tus miradas. Quizá ya no haya tiempo, ya no haya tiempo para verme. Pero la hoja que cae y la rueda que gira te dirán que nada perdura en la tierra, Salvo el amor. Y de esto quiero convencerme. Botes de salvamento de colores rojizos, tempestades en fuga. Un vals anticuado que se llevan el tiempo y el viento por los largos caminos del cielo. Paisajes. No quiero más abrazos que aquel al que aspiro,Y muera el canto del gallo. Como una mano que en el instante de la muerte se crispa, así se oprime mi corazón.

(Robert Desnos, Como una mano que en el instante de la muerte y del naufragio...)

Dicha durmiente...

Me encanta la fotografía de Annette Pehrsson, hace de lo cotidiano la belleza..

Decimos que es de día. Despertar en un anzuelo de panoplias,  y mientras, los sueños se visten de olvido. De fondo, una música...rápida como perros de caza. En la noche encuentro la razón..y podemos contemplar las flores a la luz de una lámpara eléctrica...Fingiremos como un frágil silencio que no somos hijos de esta ciudad durmiente..