Te busco en el vacío desnudo de tus pies descalzos. En el oleaje constante de un mar sin límites, en el sueño pálido de Cástor y Pólux. Eres el titilar quejoso de unas escaleras que anuncian lo inaudible. La angustia derrotada de un ejercito sin patria. Un tumulto exaltado, el tiempo devorado. Te busco en la alucinación de un loco, en cada poema vagabundo que anuncia el vértigo y la nada.
Llevas a Hermes en la mirada.
Y lo encontrarás, querida amiga, y sentirás que no ha acabado la búsqueda.
ResponderEliminarUn abrazo
Raras veces encontrramos lo que buscamos. Otras veces aparecen sin más.. Y sí, puede que a la búsqueda siempre le siga la búsqueda..
ResponderEliminarBesos