Amabamos los sitios que frecuentamos, los excesos, las caras de varilla de los parroquianos que como nosotros se quedaban durante horas bebiendo. Luego salía el sol, y relucían nuestros rostros de calavera. Recuerdo las escaleras del Central, cada hora más empinadas, cada cerveza más peligrosas. Y las charlas eternas, y los temas que cantabamos durante toda la noche. Ya no existe. Todo se quedó tan lejos, y sin embargo, tan cerca...
El ahora nos abraza con su memoria, con su amor a la vida, y nuestra debilidad por los bares con escalinatas. Todo sigue ahí, solo cambian los volúmenes, los estampados de las camisas, los nombres de los bares...
"El ahora nos abraza con su memoria..." Desde luego mucha melancolía y hablas con aprecio del pasado :) Espero que te vaya genial el verano, yo ahora mismo estoy quemada de tanto sol jaja... un beso bella hada!
ResponderEliminarEso es que estás aprovechando el verano, yo sin embargo, tenia tantas cosas pendientes que no hago más que recados y pequeñas compras, pero me da satisfacción tener por fin ciertas cosas terminadas. Ojo con el sol...no te quemessss!!!
ResponderEliminarbesos soleados