En todos los países socialistas o capitalistas, el hombre está aplastado por la técnica, alienado por su trabajo, encadenado, estupidizado. Todo el mal proviene de que ha multiplicado sus necesidades en vez de contenerlas como hubiese debido hacer; en vez de apuntar a una abundancia que no existe y tal vez no exista nunca, habría debido contentarse con un mínimo vital, como aún lo hacen ciertas comunidades muy pobres (...).
Mientras se continúen creando nuevas necesidades, se multiplicarán las fustraciones. ¿Cuándo empezó la decadencia? El día que se prefirió la ciencia a la sabiduría, la utilidad a la belleza: con el Renacimiento, el racionalismo, el capitalismo, el cientificismo. Pero ahora que hemos llegado a eso, ¿qué hacer?Tratar de desarrollar en uno, la sabiduría y el gusto por la belleza. Sólo una revolución moral, y no social, ni política ni técnica, conducirá de nuevo al hombre a su verdad perdida.
(Las bellas imágenes, Simone de Beauvoir)
ay paya mala, que visionaria miss de Beavoir, no vamos a parar hasta que no acabemos con el petroleo y las reservas amazónicas y entonces nuestra valiosa tecnología hará paf!....decrezcamos yaa!!
ResponderEliminarTienes razón, hay que decrecer...esto no va a ningún lado. Espiritualmente hay instalada una gran crisis...y me pregunto, qué pintamos en medio de todo esto?
ResponderEliminarte aseguro que es mucha la gente que llega al final de sus días sin hacerse una sola vez esa pregunta...
ResponderEliminarEscalofriante pero cierto. En fin, quizá les falta ese punto existencialista.
ResponderEliminarEstoy con vosotros... con la sabiduría lo arreglariamos todo hasta la utilidad... que absurdos... buscar utilidad a la belleza... Oh gran Cernuda...
ResponderEliminarBesos Beauvoires.
J. tu ya eres un sabio..
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