El viento se alarga y tu rostro parece de lino. Sin límites se cerca el deseo. Descubro el vacío, y el vértigo de las violetas. Mis manos..extensión de carne vagabunda...observan el temblor de tus pupilas. Corazón aquietado, sueño un deseo de excesos errados..
Quizá el horizonte, con su alma viajera, me aleje del suburbio de mi conciencia.
Gran texto el tuyo, querida amiga.
ResponderEliminarEl horizonte, el allá, la promesa de viaje, la posibilidad misma de alejarse, hasta el horizonte, hasta escapar de la conciencia misma.
Abrazos
Gracias amigo, ya sabes que tu opinión es importante. Me llena de alegría que te guste.
Eliminarbesos
que no cese el vértigo... la vida siempre nos sorprende. Besos bella hada!
ResponderEliminarPues sí, Medusa, la vida siempre nos sorprende..
ResponderEliminarbesos con sorpresa, como el roscón