Una pausa en el café nos conducirá hacia una vida acompasada. Sorda, no escucho los murmullos, sólo los ecos del corazón me dicen que todo se adormece. Tu cara ya no es tu cara, y yo, ni siquiera soy yo. No me reconozco sino en los posos del café..en la quietud. Me siento, y percibo fuera la vida, la movilidad de la ciudad, el pulso de los otros..
Anoche, un pájaro me confundió mientras dormía..
Los pájaros del sueños nos mágicos como tu nostaliga y tus palabras... besos guapa!
ResponderEliminarGracias por tus palabras, mi belle Medusa. Mañana saco tiempo sí o sí para visitarte y leerte atentamente, como tú te mereces!
Eliminarbesos mil
Miette
Hermoso espacio el que has hecho con tu poema; preferentemente sin azúcar.
ResponderEliminarAbrazos
Gracias amigo. Hay que cuidar el azúcar, ya se sabe si uno abusa...
ResponderEliminarTe digo lo mismo, espero sacar un rato para leerte, con placer y atentamente..
besos
Ese pulso suele sentirse cuando el nuestro es imperceptible. Espero que lo recuperes, yo acabo de lograrlo :)
ResponderEliminarGracias guapa, yo también lo espero..
ResponderEliminarbesosss
hay quien lee el futuro en los posos del café... de un sorbo!
ResponderEliminarSí es cierto, hay quien puede leerlos, quizá hasta acierten...La vida es un sorbo.
ResponderEliminarbesos