La Diosa Pipa tomó asiento en la primera fila. Sonriente, en sus últimas convulsiones, me miró para atraversarme con un bello espanto, y mientras deletreaba su nombre, se cruzó de brazos para no mirarse el ombligo.
Gestos, murallas, rumor de hormigas que se agitan..y se burlan. Y busqué reposo más allá de lo consciente, pero no me abandonas.....Tu presencia se vuelve más codiciosa que el ser...
Gestos, murallas, rumor de hormigas que se agitan..y se burlan. Y busqué reposo más allá de lo consciente, pero no me abandonas.....Tu presencia se vuelve más codiciosa que el ser...
Una posesión muy preciada... pero siempre está el ser o no ser. Besos bella hada!!
ResponderEliminarEsa es la cuestión, guapa!
EliminarMe muero en tus palabras... ohhh, maldita envidia
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