La generosa inocencia de Clea- se necesitaba algo así para comprender el vacío de la vida de Justine, cuya única compañía eran sus penas secretas- ilustración pura y simple de un espíritu en conflicto consigo mismo, pues somos los autores de nuestro propio infortunio y en él imprimimos nuestras huellas digitales.
(Balthazar, L.Durrell)
En efecto, todo se hace con nosotros y en nosotros.
ResponderEliminar¡Cuánto tiempo ah, que no frotaba mis ojos en el terciopelo de Durrell!
Un abrazo hasta la huella.
Es que Durrell es mucho Durrell, maravilloso siempre
EliminarEl cuarteto de Alejandría...
ResponderEliminarMe encantas¡
Gracias Arlette, compartir el gusto por Durrell me hace muy feliz
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