Lana y almizcle, certezas de un olor desprendido que el armario delata. Prestame tus ojos cerrados, y atravesaré una ventisca de lágrimas. Nostalgia de un solsticio. Aún sopla el viento, y mece mis vestiditos descosidos- tempestades en fuga. El frío ahoga este temor sordo.
Ahora lo sé, seré noche de un ojo hueco, y el invierno será sólo unas sílabas..
Cuando descubres lo que sabes, es como descubrir que eres todo ese mundo lleno de descubrimientos, y esto, desde luego, es mucho más que unas sílabas.
ResponderEliminarAbrazos
Gracias amigo. Siempre siento que realmente no estoy a la altura de tus comentarios.
ResponderEliminarAbrazos desde este invierno que se resiste.